Capítulo 8.Visiones (II)

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Recapitulación:

Él hace una mueca parecida a una sonrisa.Se encoje de hombros y,con una mano,mientras sujeta con la otra la mano de Ariadna,busca la luz.La encuentra al rato de andar a tientas.Cuando todo está iluminado,se vuelve hacia Ariadna y la abraza.

-Lo siento, lo siento…-repite sin parar-La puerta se cerró de repente y yo no podía…Lo siento.. Tuve un miedo horroroso por ti..-se le escapa y la mira con aire culpable.

Preocupado está tan mono que no duda ni por un momento de besarle contra la pared,agarra su

cuello y enlaza las manos con su pelo,como si no fuera  hacerlo nunca más.

 ***

Es todo tan real y a la vez tan imposible.La muchacha lo agarra por el cuello con la mano izquierda de la camiseta atrayéndolo hacia ella.La otra mano  la enreda entre su pelo,salvaje ahora mismo.

Sonríe mientras lo besa,lleva deseando tanto esto…Es todo tan real que se le escapa de las manos.

Suspira contra sus labios mientras nota que él,Javier,la agarra por la espalda,atrayéndola hacia sí.La joven también nota como acaba su espalda tocando la pared,cómo él apoya los brazos en la superficie para besarla con más intensidad, pero entonces…Todo acaba.

No sabe cómo ni porqué,pero es como si todo retrocediera o solo se lo estuviera imaginando,aún está abrazándolo aún.

Separa la cabeza de su hombro y lo mira con intensidad,intentando expresar todo lo que siente por él.Él la mira sin comprender, quizás porque no es tan fácil expresarlo todo en una mirada, sintiéndose un poco incómodo.

-Eh..-le retira el pelo de la cara con suavidad-Ariadna…-ella nota su nombre con un tono especial,como si no se hubiera fijado antes en que solo ponía ese tono para ella-¿porqué…-el joven enrojece- me miras…de esa manera?

La joven se separó de él cómo si volviera a la realidad,por mucho que creyera ella, él no la quería, y sólo lo hacía sentirse incómodo como había demostrado.

A pesar de que su corazón lloraba por esa conclusión, sonrío de manera irónica.

-Nada,solo pensaba en nosotros-pero le quitó importancia al tema y eso fue lo peor que podría hacer porque al joven también se le rompió el corazón- Vamos, Ryan nos pidió el carbón..-admite triste de nuevo.

El joven, dolido, coge la bolsa y sale de la habitación,la puerta se cierra sola de nuevo.La luz se apaga de pronto y Ariadna se queda sumida en la oscuridad.Intenta decir algo,pero no le sale la voz de nuevo y siente la presencia.

De pronto la ve con claridad,es una muchacha de ojos verdes, con el pelo negro y muy largo.El pelo podría llegarle a la cadera perfectamente, y la cara un poco pálida.La chica le sonríe,enseñándole unos dientes muy blancos,una sonrisa perfecta.

 “Por fin me ves” le dice una voz suave en su cabeza.

La joven retrocede lo más posible de aquella chica que puede tener su edad,hay algo que le resulta familiar y le aterra a la vez.Pero la joven vuelve a estar allí, a su lado.

 “No puedes escapar de mí,como no podrías escapar de ti misma.Te estaré vigilando”de nuevo suena la voz en su cabeza.

Ariadna mira por todos lados,pero la joven  ya no está,se ha…¿desvanecido?Niega con la cabeza,imposible,nada puede hacer eso.¿Y las voces en su cabeza?Se lleva una mano a la sien y recuerda que está a oscuras.Busca la luz a ciegas y,cuando la encuentra,la enciende con rapidez,casi con histeria.Al encender la luz ve su mano más pálida de lo normal, como la de esa chica,cierra los ojos y cuando los abre,su piel está tan color caramelo como siempre.

Suspira mientras piensa que está perdiendo la cabeza,que la van a meter en un manicomio. Suspira de nuevo,coge una bolsa de carbón y cuando va a salir,la puerta se abre sola.

Ante ella,Javier está un poco asustado de nuevo.

-Lo siento-se disculpa con una sonrisa culpable-Pensé que venías tras de mí,cuando me di cuenta de que no,ya estaba con los chicos.Más bien Ryan me preguntó por ti.Estaba inmerso en mis pensamientos-hace un ademán de abrazarla pero se frena,ella con rapidez lo abraza.Ya sea por los nervios o por las palabras y presencia de esa chica,necesita un abrazo.

Ariadna le aparta el pelo de la cara, y suspira.

-Te estás acostumbrando a dejarme sola..-dice con voz cantarina como si fuera una canción.-..en la oscuridad…

Él niega con la cabeza,le coje la mano libre, y enlaza los dedos con los de ella, involuntariamente. Como movidos por un resorte,ambos se miran a los ojos y sonríen.

“Nada pasará entre nosotros” piensa Ariadna.

Los chicos salen,un poco separados, y le llevan el carbón a Ryan,que estaba preocupado,pero la joven solo le explicó que se había quedado encerrada y que debía arreglar la puerta.

Lo peor fue cuando él le dijo que desde siempre,esa puerta había funcionado bien, la joven levantó una ceja y evitó hablar más del tema pero sabía que no olvidaría a esa chica…

***

Cuando empezaba a oscurecer,todos se metieron en la casa.Ni que hubiera una aura maligna que rodeara la casa,pensó Ariadna.Laura y Juliette la esperaban en la puerta mientras los chicos habían desaparecido en las habitaciones.

-Bien,mátanos porque no te avisamos ys abemos que lo odias,-Julls suspira.-pero es que si no no sería una sorpresa…

Ariadna pone los ojos en blanco.

-Bien,no os mataré,solo por esta vez.-estaba de mal humor porque Ryan había empezado a pasar totalmente de ella pero mantuvo su gran sonrisa en sus labios.Era su cumpleaños, ¿qué iba a salir mal? Puso los ojos mentalmente de nuevo, nada podía ya salir peor.-Vamos a hacer una guija,¿verdad?

La jóvenes empiezan a reírse y la miran con extrañeza.¿Ariadna queriendo y proponiendo una guija? Esto era raro hasta para ella misma.Empezó a reírse con ellas hasta que Juliette habló de nuevo.

-Es peor,mucho peor.-y Ariadna abrió la boca y negó con la cabeza.

-¡No!-ella niega con la cabeza mientras se la coge con las manos.-No,no y no.¿Porqué me hacéis esto? Deberíais mimarme-patalea como una niña pequeña.- y no hacerme lo que más odio: una fiesta.

Juliette y Laura se encogen de hombros a la vez.

-La misma pataleta de todos los años-se miran de pronto entre ella y,al verse en la misma situación,se sonríen.-Qué rara eres,-comenta Julls.-No sé cómo no te gustan las fiestas.-comentan ahora las dos a la vez.

Las dos amigas se las arreglan para llevar a Ariadna a su cuarto,le enseñan la ropa que Javier cogió de su cuarto,Javier y su madre,eso dicen.Bien,quiere creerlas porque no ve a J cogiendo su ropa interior,o no quiere verlo.

Las chicas la maquillan  y la visten,Ariadna ya no se resiste,sabe que no servirá de nada.

-Habréis invitado a un montón de gente que no con..-dice en el momento justo que Juliette le está empolvando la nariz y ella traga un poco de maquillaje.Tose y le echa una mirada ofendida.-conozco.-se esfuerza por decirlo lo más rápidamente para no tragar más.

Laura se sienta en la cama,acaaba de terminar de ponerle a Ariadna los tacones.Un gran trabajo porque no paraba de mover los pies.

-Cariño,-le dice Julls mientras le pone rímel.-Tú no nos conoces más que a nosotros.-dice ella con un suspiro mientras se rinde al no poder ponérselo y se lo tiende.

Ariadna se mira al espejo y se pasa el artefacto por las pestañas con suavidad.

-Además-la chica ya solo buscaba protestar.-Porqué me habéis pintado?Podía hacerlo yo sola.

Esta vez Juliette mira a Laura para que le responda,que lo hace sin levantar la vista de una revista.

-Porque no lo harías,ni te vestirías y te negarías a salir de la habitación.

La muchacha,meneando ahora una cabeza lisa de color rubio,se rindió,mirándose al espejo.Estaba hermosa,muy hermosa.

-Te gustas.-dijeron Laura y Julls a la vez.-Estás preciosa.

El vestido negro se le ajustaba totalmente al pecho y a la cintura,acababa un poco por encima de las rodillas,haciéndola parecer más delgada.Y su cara tenía un aspecto saludable,sin ningún vestigio de no haber dormido demasiado.Sus pestañas tremendamente largas.

-Nunca… me había visto así.-sonrío y mira su boca,sorprendiéndose de que el color rosa le quede tan bien.Se mira las manos y ve sus uñas pintadas de un rosa pálido.-Que preciosas las uñas.-comenta.

-Como las de una Barbie.-comenta Julls.

La chica deja de mirarse al espejo y tocan a la puerta.

-¿Se puede?-dice una voz conocida desde el otro lado de la puerta.

Las tres se miran,luego miran a Ariadna y asienten.

-Cuando quieras.-dice Ariadna con una sonrisa,sin estar preparada para lo que vería a continuación.

La puerta blanca,como toda la habitación,se abrió y,ante ellas estaba Javier.Su pelo negro,lucía mojado pero muy despeinado.Todas sabían que el joven se había peinado así a posta,para que dieran ganas de tocar sus pelos,y la verdad es que daban ganas.

Llevaba una camisa blanca con botones,de los que llevaba lso dos últimos y los dos primeros sin abrochar.La piel lucía muy morena con ese color.Además sus pantalones negros muy ajustados le hacían mucho mayor y muy guapo.

Ariadna sonrió amargamente,deseaba tocar ese pelo,abrazarse contra esa camisa,que sus brazos la abrazaran,quitale la camisa,besar su cuello…Se quedó mirándolo fijamente,sin habla.

-Estás guapísimo-dijo Julls,acercándose a él.

Él la miró.

-Tú no.-dijo guiñándole un ojo.Aunque era de broma,a Juliette le dolería.-Venía a avisaros.-sigue mirando a Julls.-La gente ya está toda abajo.-de pronto se fija en Ariadna.