¡Hey,chic@s!Esta es una historia que decidí escribir,el resumen lo tenéis en su página Crónicas de un amor susurrado.,el prólogo y el segundo.
Y si queréis ver como empezó todo,lo hizo con una minihistoria que podéis veraquí.
Por favor dejad un comentario y,¡gracias por leer!^^
Su madre le había preguntado había visto las llaves y él,como quería quedarse en casa a jugar no respondió.Provocando que su madre hubiera revuelto la casa,pero aunque fuera tarde,salieron para disgusto de J.
Su madre corrió como pudo sin saltarse las normas mientras se preguntaba porqué habría dejado las llaves entre los cojines del sofá,porque tendría que haber pasado esto hoy y cómo podría ser tan irresponsables y mala madre.
J,ajeno a todo jugueteaba con una de sus hebillas que le mantenían sujeto a la silla en el asiento trasero.El pelo rubio le caía por toda la cara pero no tapaba unos ojos Grises,grises como cuando va a llover.Pero no era así en su caso el pequeño pocas veces estaba intranquilo y siempre tenía con qué jugar.Su carita un poco regordeta estaba fruncida,puesto que no conseguía quitar la hebilla para salir corriendo de allí.Menudo sería si lo hiciera.
SU madre le había vestido demasiado bien para la ocasión uno pantalones vaqueros,para nada informales y una camiseta de cuadros en la que se veía que e el interior llevaba una camiseta blanca.
La madre aparcó rápido el coche y se dirigieron a la escuela,como había empezado a llover cuando salieron de casa,se estaba empapando.Corriendo como podía su madre le dejó en la entrada disculpándose con la muchacha que iba cerrar la puerta.
La muchacha sonrió con comprensión muchas madres primerizas habían llegado tarde hoy.Sandra, la madre del pequeño,sonrió al escucharlo,ahora se sentía mucho mejor.Entraron por un amplio patio hasta la mitad de él.
"Javier se lo pasará aquí en grande jugando al fútbol"pensó mientras entraban por una pequeña puerta negra que tenía pinta de ser difícil de abrir y cerrar."Más seguridad para los niños" se convenció Sandra.Al entrar por la puerta se impresionó unas escaleras yacían a su derecha como si llevaran ahí toda su vida,pero totalmente seguras,barnizadas y como no... preciosas.
Los escalones eran de mármol blanco y las paredes estaban recubiertas de madera.
"Para que entre menos el frío" ella solo veía cosas positivas.En frente suya había una puerta de cristal por la que se veía un pequeño patio con una piscina.
"Les enseñarán a nadar.Estupendo".
Sedio la vuelta y se encontró a la muchacha encargada de cerrar la puerta.
-Perdone,yo le indico.-parecía haberle caído bien la madre Javier.-Por aquí.
Dijo mientras empezaba a nadar por un infinito pasillo lleno de clases.
-¿Tan grande es?-Admiró Sandra.
-Podrá tener mas de unas mil clases.Treinta niños por clase,en conclusión más de treinta mil niños de todas las edades.
Javier iba callado de la mano de su madre.
Llegaron a una habitación llena de gente.
-Aquí debe esperar,encantada de conocerla pero debo volver a mi puesto.-sonrió la joven.
Sandra se encontró parcialmente sola,Darío debería haber venido con ella.
-¡Vecina!-La llamó una muchacha el cabello gris,que le hacía parecer más mayor de lo que realmente era.-También llegaste tarde.
Sandra sonrió con coquetería,si su perfecta vecina había llegado al mismo tiempo que ella todo no estaría tan mal.
-Hola,vecina.-dijo con simpatía.
Javier empezó a desconectar,los pelos de su madre estaban mojados,al ser grandes rizos y morenos que le llegaban por la cintura y que con la lluvia pesaban más J. solo debñia ponerse de puntillas para tocarlos.
-Javier.-dijo al vecina con un intento de parecer dulce que al muchacho le asustó.-Esta es mi hija,espero qe la recuerdes se llama...
-Ariadna.-nombra la niña con timidez.
J. se la quedó mirando.Su pelo era como el oro con bucles pequeños que recorrían hasta el hombro y uno ojos marrones que relucían con simpatía.
-Hola.-saludó el niño.
-Hola Javier.-las madres dejaron de hacer caso para parlotear como siempre hacían.-¡Juguemos!
Salieron corriendo por toda la habitación.Ariadna iba en cabeza con su cabellos rubios botando en su espalda.
"Parecen de oro"piensa Javier."Quiero tocarlo".
Javier pilló a la muchacha y le tiró del pelo sin cuidado.Ariadna chilló de manera que pocos la oyeron.
-No es de oro.-dijo J.
-Me has hecho daño.-respondio la pequeña de ojos marrones.-No me vuelvas a tirar del pelo.
-Yo...
El niño no terminó la frase,ella sonrió y corrió de nuevo por la estancia.
"...No quise hacerte daño".
El niño la pilló y le tocó el hombro.
-¿Tu pelo es de oro?
-No lo sé.
-Me gusta.
-Y a mí.-dijo Ariadna tocándoselo de repente.
Allí nació una amistad que nadie sabe donde acabará.
Ay mi niñaaaaaaa me encantaaaaa! Quiero que se haga mayor -.- jaja ^^
ResponderEliminarpronto prontoo xD
ResponderEliminarami me enctaaas tuuu!!^^
Tía, es precioso! :D en serio, me encantaaaaa! :D Me gusta la forma en que se conocieron, y lo del pelo de oro ^^ son monísimooos! :D
ResponderEliminarlo del pelo de oro? pues es lo mas simple... xD
ResponderEliminarme alegro que te guste cielo míoo un mordsiquito dulceee(L)
No me gusta, me encanta! ^^ en serio, pues ese detallito me ha llegago :)
ResponderEliminarMe encanta:D
ResponderEliminarYo creo que entre ellos habra algo cuando crezcan,quizás se hagan novios :)
Me ha gustado mucho lo de los rizos de oro!
Espero el siguiente capitulo <3
oiiishh muchas grcias! a ver cunaod me pongo con él creo que para en fin de semana que viene seguro,estos exámenes.... v.v.
ResponderEliminarMe alegro que te haya encntadoo! y bueno no sé ni yo lo que pasará xD
Me encanta (:
ResponderEliminarohhhh que bonita historia!!!! yo quiero saber mas!!!! me encanta!!!!
ResponderEliminar:)) Oiins esta es la historia de los dos niños que me leí en tu otra entrada no? La has unido a tu historia!! Ha quedado genial ^^
ResponderEliminarme encanta la historia se la voi a leer a mi hermana y todoo xd
ResponderEliminarhahaha uqe historia mas interesante¡¡¡ me gustaaaa y me gustaria que sigieraaa¡¡xD
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