-¿Qué dices entonces?-Susurras con tu encantadora voz.
-¿A qué?-pregunto dando a entender que estaba fuera de mí, que no le estaba atendiendo.
Él suspira.
-A lo que te dije.-me dice el muy cobarde de repetirlo.
Sonrío y me preparo para responder.
-¿Qué dijiste?-intento de nuevo.
Suspira de nuevo.
-Pues….-temía lo que iba a decir, podría ser un “adiós, me he cansado de ti”, pero sin embargo otras palabras salen de tu boca.-Que te quiero, te quiero desde que te vi, desde que te conocí y ahora sé que ni puedo, ni quiero, vivir sin ti. Y si no me cor
respondes, lo comprenderé y podrás irte, porque no puedo retenerte a mi lado, en contra de tu voluntad. Y por lo que creo esto es un adiós…
No le dejo terminar la frase. Después de lo que me ha dicho, no puedo resistirme. Quizás se canse de mí, pero ya no importará porque al menos le tuve conmigo.
-¿Tú eres tonto o qué?-respondo ilusionada.-No podría irme y dejarte sólo. ¿A qué rico chincharía entonces?-él se acerca a mí.
-A cualquiera, hay muchos por aquí y, bueno, los tienes a todos locos.
Abro los ojos impresionada.
-¿Me hablas en serio?
-Completamente.-me dice bajando la cabeza.- Y yo soy sólo un niñato así que comprendería que me dejaras por uno de ellos.-confiesa.
Niñato. Eso se le dije yo cuando nos conocimos. Y pensar que en ese momento le odiaba, qué tiempos. Suspiro interiormente. Ya han pasado dos años desde eso y parece que fue ayer.
-Puede, puede que lo seas. Por eso, eres mi niñato y de nadie más.-le digo de forma posesiva.
-Lo seré hasta que…-pausa un segundo para pensarlo.
Hasta que se canse de mí. No puede obtener de mí, nada que una chica rica no pueda darle. Sólo puedo darle este amor que siento que me hace tan viva.
-Hasta que madure.-continúa con una sonrisa pícara.
Suspiro.
-Eso ni lo dudes, pero el caso es….-vacilo en responder.- ¿madurarás rápido o muy lentamente?
-Eso depende de ti.-me confiesa.
-Tú échame la culpa a mí de todo.-digo haciéndome la enfadada.-de romper tu cristalería…
-¡Todavía te acuerdas!-exclama sorprendido.
-¿Cómo no iba a recordarlo? Con lo que me formaste y sólo porque tú tropezaste cuando yo estaba en medio.
-En realidad, ese día estaba furioso, furioso porque podría haberte pasado algo y sería por mi culpa.
Me acerco más a él.
-Si no fuera por mí, te hubieras hecho polvo la cara ese día.
-Eso no es verdad.-miente.
-T e agarré, te salvé y, ¿ahora ni lo admites? Eres un…
Me agarra por la espalda y posa sus labios sobre los míos.
-Un niñato, lo sé.
Echo mis manos a su pelo.
-Bueno yo iba a decir, idiota pero si tú lo prefieres así…-insinúo.
-¡Hey!-exclama ofendido.
-Sin ofender, sin ofender.-repito incansable.
Le atraigo hacia mí y le beso con dulzura.
-¿Sabes cuánto llevo deseando esto?-me pregunta.
-¿Dos años?
-Toda mi vida.-me confiesa.
Me derrito ante esas palabras y me dejo llevar por mi corazón, por primera vez en mi vida. Y es sólo suyo, sólo de él.
OHHHH, me ha encantado, Ang! sobre todo el final... es tan... romántico! :D
ResponderEliminarBesos con trocitos de sueños cumplidos.